RAFAH, Franja de Gaza — Para los musulmanes, poseer y encender una linterna de Ramadán representa uno de los rituales más importantes que marcan la llegada del mes sagrado, como lo es decorar un árbol para los cristianos que celebran la Navidad en todo el mundo.
Pero para cientos de miles de palestinos en el sur de Gaza, celebrar será aún más desafiante este año debido a los escasos recursos disponibles a medida que las condiciones humanitarias continúan deteriorándose como resultado de la actual campaña aérea y terrestre israelí en el enclave. Alrededor de 1,4 millones de palestinos han sido desarraigados de sus hogares y trasladados a la ciudad sureña de Rafah, la última parte aparentemente "segura" del enclave. Muchos de ellos viven en tiendas de campaña en la calle. La gente se mudó a la ciudad después de que el ejército israelí les ordenara evacuar las gobernaciones del norte de Gaza, la ciudad de Gaza y Khan Younis y dirigirse al sur.
Khadija al-Abadla, madre de cuatro hijos, está ocupada colgando luces decorativas entre dos postes de madera fuera de su tienda en al-Mawasi, una ciudad cerca de Khan Younis, mientras se prepara para dar la bienvenida al mes sagrado del Ramadán, que se espera que comience el lunes.
Abadla sacó una lámpara de Ramadán de su paquete, le puso pilas, la encendió y se subió a una pequeña mesa para colgarla en medio de su tienda.
