El Canal de Suez, una vía fluvial artificial responsable de alrededor del 12% del comercio mundial y del 30% de toda la carga de contenedores, es uno de los principales motores que impulsan la economía egipcia. Pero desde que los rebeldes hutíes en Yemen, respaldados por Irán, intensificaron sus ataques contra barcos en el Mar Rojo a partir de mediados de noviembre, cientos de barcos han desviado su cargamento hacia el extremo sur de África en lugar de atravesar el mar y el Canal de Suez. La ruta desviada añade al menos 10 días al viaje y es mucho más cara. Los rebeldes dicen que están atacando barcos con destino a puertos israelíes en respuesta al ataque del país a Gaza.
Ali Metwally, consultor económico de IBIS Consultancy, dijo que el sector del transporte de Egipto, que depende en gran medida del canal, fue testigo de una reducción en los tránsitos de buques de aproximadamente un 30% en enero de 2024. Dijo el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi en una conferencia petrolera martes que los ingresos del Canal de Suez han bajado entre un 40% y un 50%.
“En consecuencia, el pronóstico del déficit de cuenta corriente para el año fiscal 2023/24 se ha revisado del 2,6% al 2,9% del PIB, lo que representa una pérdida mensual de al menos 300 millones de dólares hasta marzo/abril de 2024”, dijo Metwally a Al-Monitor.
Mirette Mabrouk, investigadora principal y directora fundadora del programa de Estudios sobre Egipto del Instituto de Oriente Medio, coincide en que la crisis del Mar Rojo ha sido terrible para la economía de Egipto.