TEL AVIV – Mientras el gabinete de guerra de Israel sopesa opciones para la liberación de rehenes israelíes en Gaza, incluida una propuesta que actualmente se está discutiendo con Egipto, el ejército está haciendo preparativos de alto perfil para una ofensiva terrestre en Rafah, el último bastión del liderazgo de Hamas.
Mientras Hamás insiste en que sólo una promesa israelí de poner fin a la guerra desbloqueará las puertas de los túneles donde están retenidos los rehenes, algunos miembros del gabinete esperan que el líder de Hamás, Yahya Sinwar, ceda ante la amenaza de una invasión de Rafah.
Otros miembros del gabinete están presionando para que se lleve a cabo una ofensiva en Rafah lo antes posible, argumentando que puede detenerse a medio camino si Sinwar se echa atrás en sus términos de todo o nada. Este escenario permitiría al Primer Ministro Benjamín Netanyahu declarar finalmente una "victoria total" sobre Hamás y maximizar las posibilidades de liberar a tantos secuestrados como sea posible. También podría provocar el acuerdo israelí para la expulsión de los dirigentes de Hamás en Gaza a un tercer país.
El gabinete de guerra también ha estado debatiendo un curso de acción más limitado, que incluiría la liberación inicial de 33 rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y personas con enfermedades físicas o discapacidades de salud mental. A cambio, Israel permitirá que los palestinos a los que obligó a evacuar al comienzo de la guerra hacia el centro y el sur de Gaza regresen al norte. Entonces se declarará una breve tregua, en lugar de un cese total del conflicto, en el entendimiento de que aún podría tener lugar una operación en Rafah en alguna fecha futura. Es una propuesta minimalista con resultados limitados, pero también un alto precio en términos de la liberación masiva de prisioneros palestinos que cumplen largas penas de cárcel en Israel.